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Las 2 Orillas | By: Adriana Vera
El artista vuelve realidad este convencimiento a travĆ©s de las 29 obras que se exhiben en el Museo Bolivariano de Arte ContemporĆ”neo de Santa Marta – Quinta de San Pedro Alejandrino
En palabras de Priscilla Abecassis, Directora del Museo SefardĆ de Caracas, para un judĆo, la memoria es esencia y existencia. Es historia comĆŗn, equipaje en cada partida y legado a los hijos de los hijos. Recordar, para la gestora cultural, estĆ” en el ADN de la cultura judĆa. El olvido, como dirĆa Elie Wiesel, no es una opción.
Y eso es lo que hace exactamente el artista visual colombiano Robert Brandwayn en su exposición āTiempo del No Tiempoā, que se exhibe actualmente en el Museo Bolivariano de Arte ContemporĆ”neo de Santa Marta (MBAC), bajo la CuradurĆa de Piedad Casas, recordar, traer al presente su memoria ancestral.
La celebración de los 236 aƱos del Natalicio del Libertador Simón BolĆvar, fue la efemĆ©ride que enmarco esta exposición en el MBAC, compartiendo con ella la significación de un momento histórico y lleno de trascendencia para el paĆs.
La muestra, conformada por 29 obras realizadas entre 2013 y 2019, fue inaugurada en la Sala GalerĆa Espacio Abierto del museo. Este cuerpo de trabajo en su conjunto, delinea de forma detallada y contundente el concepto y la forma de trabajar del artista.
A travĆ©s de sus investigaciones, Brandwayn ha desarrollado un lenguaje propio, Ćntimo y muy personal, utilizando diferentes tĆ©cnicas relacionadas con la pintura, la fotografĆa, el video y tecnologĆas artĆsticas contemporĆ”neas, para reconstruir la historia de su familia migrante.
El artista inició su formación con estudios de Historia del Arte en el Ecole du Louvre y Tolbiac Sorbonne, en ParĆs, Francia (1992). Luego continuó con un B.A. en mĆŗsica y Relaciones Internacionales de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos (1993), para mĆ”s tarde realizar un Master en TecnologĆa e Innovación Educativa, en la Universidad Camilo JosĆ© Cela, Madrid, EspaƱa (2015).
Estos estudios los complemento con clases de arte con Maestros en Colombia, donde finalmente se radicó y creó su estudio para continuar con sus investigaciones, fundamentadas en una exploración acerca de la memoria. Su bĆŗsqueda artĆstica nos habla de algo tan universal y humano como el fenómeno de la migración, vista a travĆ©s del desplazamiento de su abuelo desde Polonia hacia SuramĆ©rica, en 1934, antes de la II Guerra Mundial.
Vemos asĆ que es el abuelo del artista, Israel Brandwayn, el origen de esta propuesta conceptual, de modo que no es casual que la exposición iniciara su recorrido en Venezuela, el mismo paĆs por donde su abuelo ingresó a AmĆ©rica a principios del siglo XX y luego siguiera a Santa Marta, la misma vĆa que siguió para llegar a Colombia. La exposición estĆ” siguiendo simbólicamente, la misma ruta.
Un maletĆn lleno de viejas fotografĆas, documentos, certificados y notas que recoge la historia de la migración de su familia, sirve como detonante para que Brandwayn inicie este nuevo proceso de exploración artĆstica.
El artista, transfiere digitalmente estas imƔgenes y documentos al lienzo para luego intervenirlas con capas de pintura en forma de veladuras, que luego hurga y escarba, tratando de extraer lo que hay debajo, semejando los archivos de la memoria.
Consigue asà dotar estos materiales de una nueva significación y transformar las maneras en que los percibimos y vemos, creando nuevas lecturas y nuevas miradas sobre la memoria de esos registros y dando como resultado nuevas configuraciones estéticas y nuevas transformaciones del espectro sensorial.
Es por esto que la CrĆtico de Arte y Curadora Coach del artista Piedad Casas habla de estas obras como āarqueologĆa estĆ©ticaā, por ser Ć©sta una propuesta de enlaces para hilvanar fotos, cartas, documentos y archivos del pasado de un bisabuelo polaco y un abuelo de Manizales, Colombia, ubicĆ”ndolos en la contemporaneidad.
Igual que Alma, el personaje del libro āLa niƱa alemanaā, del escritor Armando Lucas Correa, Brandwayn reconstruye la historia de su linaje como un rompecabezas. Intenta colocar la ficha correcta, buscando todas las posibles combinaciones, para crear paisajes remotos y luego descomponerlos, tratando de descifrar de dónde viene.
A las lagunas de memoria existentes, responde con cronologĆas imaginarias, utilizando el elemento del color para unir o desvanecer. El artista hace uso ademĆ”s, de imĆ”genes y fórmulas cabalĆsticas, textos escritos en polaco y letras del abecedario hebreo, para dotar de simbolismo a la obra, integrando el elemento religioso que nos une a la divinidad.
Para el Dr. Ori Z. Soltes, profesor de TeologĆa e Historia del Arte de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos, quien brindó dos conversatorios en el marco de la exposición, el primero en el Museo Histórico de Cartagena y el segundo en el MBAC, esta exposición trata de la memoria y de no olvidar, acerca de la supervivencia y la transformación, volver a sembrar raĆces en el Ć”rbol genealógico y volver a comenzar las vidas que han sido desarraigadas.
La exposición āTiempo del No tiempoā, es quizĆ”s la forma que tiene el artista de lidiar con el olvido, de rescatar la memoria de sus ancestros para mantenerla viva y pensar en nuevos modos de reflexionar sobre ella, otorgĆ”ndole una nueva vigencia, fuera de la linealidad del tiempo.
La exposición estarÔ en el Museo Bolivariano de Arte ContemporÔneo hasta el 20 de Septiembre, cuando Robert Brandwayn viajarÔ a Mónaco, para una nueva exhibición.
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